Quiero, en nombre de mi madre, de mis hermanos, de mi esposa, de Valeria y, claro está, en el de la memoria de mi padre, agradecer a Seguros Bolívar, a su presidente José Alejandro Cortés, a Ivonne y a los miembros del Jurado este homenaje a quien se pasó la vida enseñándonos, con su ejemplo, los valores de la cultura, del periodismo, del arte y, sobre todo, de la amistad.
Alguna vez le pregunté a él si no creía que por momentos su pluma era excesivamente benévola con tanto escritor y artista joven al que se refería en sus artículos. Me respondió —con esa irreverencia que solía aplicarse a sí mismo—: “¿Quién soy yo para decidir quién es bueno y quién es malo? Eso que lo decida el público. Mi papel es brindarle a esos jóvenes la oportunidad de que los conozcan y al público, la oportunidad de conocerlos”.
Un amigo me preguntó hace pocos días por qué razón mi padre no recibió en vida este premio.
La respuesta, creo, es muy sencilla: la mayoría de las veces hizo parte del jurado.
Muchas gracias.
Palabras del doctor Mauricio Vargas Linares al agradecer, a nombre de su familia, el Gran Premio a la Vida y Obra de un Periodista otorgado de manera póstuma a Germán Vargas Cantillo.