El vandalismo opaca la protesta en Bogotá
El Tiempo
Cuando el fotógrafo capta la imagen de una mujer que sin más protección que su pecho, intenta proteger a un piquete de policías que es agredido por manifestantes en una calle de Bogotá, no está captando solo un instante coyuntural de una protesta enardecida. Se trata de una alegoría sobre la resistencia civil en medio de la violencia. Sobre el valor de quienes intentan mediar en ella. La mujer cuida a los policías, mientras ellos, que están allí para cuidar a los civiles, se esconden tras los escudos. Y los manifestantes, con rostros ocultos, terminan por agredir a la pacificadora.
Esta serie de fotos, tomadas en el fragor del enfrentamiento, nos hacen pensar sobre los pequeños heroísmos que a veces pasan inadvertidos, sobre la arbitrariedad, y lo invertidos que pueden estar los papeles en nuestra sociedad. La serie fotográfica trasciende el instante y retrata las paradojas de un país atravesado por la violencia.