Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar

Esta crónica festiva y llena de encanto narra la historia del Carnaval de Riosucio, Caldas, a partir del relato de dos pueblos enemistados en el pasado que, gracias a la figura del Diablo del Carnaval, pudieron convivir. Se destaca una narración genuina, amena y profunda, con consulta de fuentes escritas, testimonios orales y entrevistas que sustentan el rigor investigativo y la credibilidad de los hechos. En esta crónica también sobresale la voz auténtica del periodista que, en medio de ecos polifónicos carnavalescos, encuadra el hecho periodístico con profesionalismo y espíritu jovial.

Este estremecedor relato revive a varias voces la odisea de unos hermanos que buscan a sus padres secuestrados por las Farc. La pieza narra el dolor de las víctimas y los sueños de un país, reflejados en la historia de familia. Los periodistas reconstruyeron el relato con documentos de audios y entrevistas, realizando un recorrido por la historia, la memoria y la reconciliación que, a pesar del dolor, sólo deja esperanza. Un relato sonoro que se vuelve visual y que logra que el oyente sienta empatía por las historias de las víctimas.

Las playas de una isla frente a Buenaventura están amenazadas o ya han sido destruidas por el oleaje marino. Esta crónica sigue el trabajo de investigadores de la Universidad Nacional de Medellín, apoyados por entidades internacionales, para defender la isla y su población de la amenaza ambiental. La presentación combina y confronta los puntos de vista de los científicos con la experiencia de los residentes que luchan para sobrevivir e inventan soluciones. Al mostrar la manera como ambas miradas se respetan y se valoran, la crónica logra una gran fuerza narrativa.

Los protagonistas de esta crónica son niños, mujeres y hombres embera del resguardo en Bagadó, Chocó. Gracias a su fluidez narrativa los lectores se introducen en el arduo camino que recorren de ida y vuelta de su lugar de origen a Medellín. El texto se nutre de detalles que muestran la resiliencia de estos férreos caminantes que viven en pensiones y elaboran artesanías que venden para poder sobrevivir. La crónica narra la severidad de las calles y la zozobra que viven en sus territorios, y retrata la violencia que padecen estas comunidades errantes.