Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar

Este trabajo fue galardonado por su tratamiento respetuoso de un tema tabú como es el transgenerismo. El jurado reconoce el esfuerzo de la periodista por escoger un tema que está escondido, para darle relevancia a partir de las voces no solo del protagonista, sino también de su entorno más cercano. Esta historia permite a la audiencia entender sin maniqueísmos un tema coyuntural, que es una de las funciones primordiales del periodismo.

La entrevistadora, partiendo de un conocimiento profundo del personaje, teje una amena conversación que se desarrolla a partir de experiencias personales. Ese aporte íntimo, lejos de llevar la entrevista a los campos de lo eminentemente particular, logra retratar al personaje y sus vivencias. De allí que un personaje que ha sido varias veces objeto de entrevistas, revela aquí facetas atractivas que suman y se convierten en gancho para el lector. El trabajo se difundió ampliamente en formatos digitales y tuvo impacto directo en internet y redes sociales.

Para hacer una gran entrevista hay que tener un gran personaje; esta entrevista lo tiene: el gran poeta del nadaísmo, Jaime Jaramillo Escobar. Pero no basta: un buen personaje se puede desperdiciar. Para no desperdiciarlo -y para que no se repita- hay que conocerlo a fondo, completo, pues esta es la única manera de sacarle algo nuevo. Tampoco basta la investigación y el conocimiento del entrevistado: hay que tener buen oído, narrar bien y escoger lo mejor de lo que dice. Esta entrevista es ejemplar en todos los sentidos: buena escritura, gran personaje conocido hasta la saciedad, excelentes preguntas, y un entrevistador que, sin ser el protagonista, está a la altura de quien debe quedar perfectamente retratado en lo que respondió. Fernando Mora supo encontrar tesoros en la mina inagotable de un poeta mayor.